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Síntomas y Diagnóstico

¿Qué son los ganglios linfáticos axilares?

Los ganglios linfáticos axilares son estructuras pequeñas y en forma de frijol que forman parte del sistema linfático. Se localizan en la región de las axilas y desempeñan un papel crucial en el funcionamiento del sistema inmunológico. Estos ganglios actúan como filtros para la linfa, un líquido que transporta células inmunitarias y desechos del cuerpo.

Funciones de los ganglios linfáticos axilares

  • Filtración de linfa: Retienen y destruyen patógenos, células cancerosas y otros desechos.
  • Producción de células inmunitarias: Generan linfocitos, que son fundamentales para combatir infecciones.
  • Comunicación inmunológica: Facilitan la interacción entre diferentes tipos de células del sistema inmunitario.

Los ganglios linfáticos axilares son también un sitio común para la metástasis en varios tipos de cáncer, especialmente el cáncer de mama. Cuando las células cancerosas se diseminan, a menudo se dirigen a estos ganglios, lo que puede ser un indicador importante para el diagnóstico y el tratamiento del cáncer.

Además, el examen físico de los ganglios linfáticos axilares es una práctica común en chequeos médicos, ya que su inflamación o agrandamiento puede señalar la presencia de infecciones o enfermedades más serias. La evaluación de estos ganglios es esencial para entender la salud general del sistema linfático y la respuesta inmunitaria del organismo.

Síntomas de ganglios inflamados en las axilas

La inflamación de los ganglios linfáticos en las axilas, también conocida como adenopatía axilar, puede manifestarse a través de diversos síntomas que varían en intensidad y duración. Es fundamental reconocer estos signos para poder buscar atención médica adecuada. Entre los síntomas más comunes se encuentran:

  • Hinchazón palpable: Los ganglios inflamados suelen ser visibles o palpables como bultos en la zona de la axila.
  • Dolor o sensibilidad: La inflamación puede provocar dolor al tacto o incomodidad en la región afectada.
  • Enrojecimiento y calor: La piel que recubre los ganglios inflamados puede presentar enrojecimiento y una sensación de calor.
  • Fiebre: En algunos casos, la inflamación puede ir acompañada de fiebre, indicando una posible infección.

Además de estos síntomas, es posible que se experimenten otros signos sistémicos como fatiga, sudores nocturnos o pérdida de peso inexplicada. Es importante prestar atención a la duración y la progresión de estos síntomas, ya que pueden ser indicativos de una condición subyacente que requiere evaluación médica. Si los ganglios inflamados persisten por más de dos semanas o se acompañan de síntomas severos, se recomienda consultar a un profesional de la salud.

Causas comunes de la inflamación de los ganglios axilares

La inflamación de los ganglios axilares puede ser un signo de diversas condiciones médicas. Estas estructuras son parte del sistema linfático y su inflamación suele indicar que el cuerpo está respondiendo a una infección o enfermedad. Algunas de las causas más comunes incluyen:

Infecciones

  • Infecciones bacterianas: Como la celulitis o abscesos en la piel, que pueden causar inflamación en los ganglios cercanos.
  • Infecciones virales: Enfermedades como la mononucleosis o la gripe pueden provocar la inflamación de los ganglios linfáticos.
  • Infecciones fúngicas: Aunque menos comunes, algunas infecciones por hongos también pueden afectar los ganglios axilares.

Enfermedades autoinmunitarias

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Las condiciones como el lupus o la artritis reumatoide pueden causar inflamación en los ganglios axilares debido a la respuesta inmune del cuerpo. En estas enfermedades, el sistema inmunológico ataca erróneamente los tejidos sanos, lo que puede resultar en inflamación generalizada.

Condiciones malignas

El cáncer, tanto en forma de linfoma como de metástasis de otros tipos de cáncer, puede causar la inflamación de los ganglios axilares. Esta inflamación puede ser un signo de que las células cancerosas se han diseminado a los ganglios linfáticos cercanos.

¿Cómo identificar si tienes los ganglios de las axilas inflamados?

Identificar la inflamación de los ganglios linfáticos en las axilas puede ser crucial para detectar posibles problemas de salud. Los ganglios linfáticos son pequeñas estructuras que ayudan a combatir infecciones y pueden inflamarse debido a diversas causas. A continuación, se presentan algunos síntomas y signos que pueden indicar que tienes los ganglios de las axilas inflamados.

Signos y síntomas de ganglios inflamados

  • Hinchazón visible: Puede que notes una protuberancia o hinchazón en la zona de la axila.
  • Dolor o sensibilidad: La zona puede estar dolorida al tacto o al mover el brazo.
  • Calor en la piel: La piel sobre el ganglio inflamado puede sentirse más caliente que el resto de la axila.
  • Otros síntomas: Fiebre, sudores nocturnos o pérdida de peso inexplicada pueden acompañar la inflamación.

Cómo examinarte

Para verificar si tienes los ganglios inflamados, sigue estos pasos:

1. Coloca tu mano en la axila y palpa suavemente la zona.
2. Busca cualquier bulto o hinchazón que no estuviera presente anteriormente.
3. Presiona suavemente para evaluar si hay dolor o sensibilidad.
4. Repite el proceso en la otra axila para comparar.

Si experimentas alguno de estos síntomas o si la hinchazón persiste, es recomendable consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico adecuado.

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Cuándo consultar a un médico por ganglios inflamados en las axilas

La inflamación de los ganglios linfáticos en las axilas puede ser un signo de una respuesta del sistema inmunológico a infecciones o enfermedades. Sin embargo, es importante saber cuándo es necesario buscar atención médica. Si experimentas ganglios inflamados en las axilas, considera consultar a un médico en las siguientes situaciones:

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Situaciones que requieren atención médica inmediata

  • Persistencia: Si los ganglios inflamados no disminuyen después de dos semanas.
  • Dolor intenso: Si la inflamación está acompañada de un dolor fuerte o creciente.
  • Otros síntomas: Si experimentas fiebre, sudores nocturnos, pérdida de peso inexplicada o fatiga severa.
  • Aumento de tamaño: Si los ganglios linfáticos siguen creciendo o se vuelven duros y fijos.

Además, si has tenido contacto reciente con alguien que tiene una infección o si presentas síntomas como tos persistente o erupciones cutáneas, es recomendable que acudas al médico. La evaluación profesional puede ayudar a determinar la causa subyacente de la inflamación y descartar condiciones más serias, como infecciones graves o enfermedades autoinmunitarias.

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