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Síntomas y Causas

¿Qué son los ganglios linfáticos y cuál es su función?

Los ganglios linfáticos son pequeñas estructuras en forma de frijol que forman parte del sistema linfático, el cual es esencial para el funcionamiento del sistema inmunológico. Se encuentran distribuidos a lo largo de los vasos linfáticos en diversas partes del cuerpo, como el cuello, las axilas y la ingle. Su principal función es actuar como filtros que ayudan a detectar y combatir infecciones y enfermedades.

Funciones principales de los ganglios linfáticos

  • Filtración de linfa: Los ganglios linfáticos filtran la linfa, un líquido que transporta células inmunitarias y desechos, eliminando patógenos y sustancias extrañas.
  • Producción de células inmunitarias: Dentro de los ganglios, se producen y maduran diversos tipos de células inmunitarias, como los linfocitos, que son fundamentales para la defensa del organismo.
  • Respuesta inmunitaria: Cuando se detecta una infección, los ganglios linfáticos se activan y aumentan la producción de linfocitos, lo que contribuye a una respuesta inmune más efectiva.

La inflamación de los ganglios linfáticos, conocida como linfadenopatía, puede ser un signo de infección, enfermedad o trastornos del sistema inmunológico. En estos casos, los ganglios pueden volverse sensibles y aumentar de tamaño, indicando que el cuerpo está luchando contra una amenaza.

¿Cuáles son los síntomas de los ganglios inflamados en la axila?

Los ganglios linfáticos inflamados en la axila pueden manifestarse a través de una variedad de síntomas que pueden variar en intensidad y duración. Uno de los síntomas más comunes es la sensación de bulto o protuberancia en la zona, que puede ser dolorosa al tacto. Esta inflamación puede ser el resultado de infecciones, enfermedades autoinmunitarias o incluso cáncer.

Entre los síntomas adicionales, se pueden incluir:

  • Dolor o sensibilidad: Puede presentarse en la axila o irradiarse hacia el brazo.
  • Enrojecimiento y calor: La piel sobre el ganglio inflamado puede aparecer enrojecida y caliente al tacto.
  • Fiebre: En algunos casos, la inflamación puede estar acompañada de fiebre o malestar general.
  • Sudores nocturnos: Las personas afectadas pueden experimentar sudores excesivos durante la noche.

Es importante señalar que, además de los síntomas físicos, la inflamación de los ganglios linfáticos puede estar asociada con otros signos de una infección, como tos, congestión nasal o dolor de garganta. Si los ganglios inflamados persisten durante un período prolongado o se acompañan de síntomas graves, es fundamental buscar atención médica para determinar la causa subyacente.

Causas comunes de la inflamación de ganglios en la axila

La inflamación de los ganglios linfáticos en la axila, también conocida como linfadenopatía axilar, puede ser un síntoma de diversas condiciones subyacentes. Entre las causas más comunes se encuentran:

  • Infecciones: Las infecciones bacterianas, virales o fúngicas son una de las principales razones de la inflamación. Ejemplos incluyen infecciones en la piel, como celulitis, o infecciones sistémicas como la mononucleosis.
  • Enfermedades autoinmunitarias: Trastornos como el lupus o la artritis reumatoide pueden provocar una reacción inflamatoria en los ganglios linfáticos, resultando en su agrandamiento.
  • Cáncer: La presencia de cáncer, ya sea en forma de linfoma o metástasis de otros tipos de cáncer, puede llevar a la inflamación de los ganglios en la axila.
  • Reacciones a medicamentos: Algunos medicamentos pueden causar reacciones adversas que se manifiestan a través de la inflamación de los ganglios linfáticos.

Además de estas causas, es importante considerar que la inflamación puede estar relacionada con lesiones o traumatismos en la zona axilar. La respuesta del sistema inmunológico a estas situaciones también puede resultar en la inflamación de los ganglios linfáticos adyacentes.

¿Cómo puedo saber si tengo ganglios inflamados en la axila?

Identificar si tienes ganglios inflamados en la axila puede ser crucial para tu salud. Los ganglios linfáticos son pequeñas estructuras en forma de frijol que forman parte del sistema inmunológico. Cuando se inflaman, pueden indicar una infección, enfermedad o reacción a medicamentos. A continuación, se presentan algunos signos y síntomas que pueden ayudarte a determinar si tienes ganglios inflamados en esta área.

Signos de inflamación

  • Hinchazón visible: Uno de los primeros signos es la presencia de un bulto en la axila que puede ser doloroso al tacto.
  • Dolor o sensibilidad: La zona afectada puede doler o sentirse sensible al presionar.
  • Limitación de movimiento: Puede haber dificultad para mover el brazo debido a la incomodidad.
  • Otros síntomas: Fiebre, sudores nocturnos o pérdida de peso inexplicada también pueden acompañar la inflamación.

Para verificar si tienes ganglios inflamados, puedes realizar un autoexamen. Con la mano opuesta, palpa suavemente la axila y busca cualquier bulto o área que se sienta diferente. Si notas algo inusual o si experimentas síntomas persistentes, es importante consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico adecuado.

Cuándo consultar a un médico por ganglios inflamados en la axila

La inflamación de los ganglios linfáticos en la axila puede ser un signo de diversas condiciones de salud. Es fundamental saber cuándo es necesario buscar atención médica. En general, se recomienda consultar a un médico si los ganglios inflamados persisten por más de dos semanas, ya que esto podría indicar una infección o una afección más seria que requiere evaluación.

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Situaciones específicas que requieren atención médica inmediata

  • Fiebre alta: Si experimentas fiebre que supera los 38°C (100.4°F) junto con ganglios inflamados.
  • Dolor intenso: La presencia de dolor significativo en la zona afectada puede ser motivo para buscar ayuda médica.
  • Cambios en la piel: Si observas enrojecimiento, calor o hinchazón en la piel sobre el ganglio inflamado.
  • Pérdida de peso inexplicada: Una pérdida de peso rápida y sin razón aparente debe ser evaluada por un profesional.

Además, si los ganglios linfáticos son de tamaño considerable (más de 2.5 cm) o si se acompañan de otros síntomas como sudores nocturnos o fatiga extrema, es aconsejable no esperar y consultar a un médico. Un diagnóstico temprano puede ser crucial para abordar adecuadamente la causa subyacente de la inflamación.

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